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Tenis de mesa en Dolores martes y jueves de 16:00 - 21:30

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II TORNEO CIUDAD DE ELCHE



EL  II  TORNEO  CIUDAD   DE   ELCHE.......
                  ¡¡  EMOCIONANTE !!                              



  ……….Resultaba emocionante sentir el tamaño del Pabellón ocupado por 30 mesas. Era como cuando haces un puzzle y tienes la satisfacción de colocar la última ficha. La misma emoción me invadía cuando iban llegando la familia del tenis de mesa….. Entonces era cuando todo adquiría un sentido,….


Pedro y Arnau

      Ayer sábado, 29 de Junio, ha sido un día que no vamos a olvidar fácilmente, para todos los que participamos y vivimos un encuentro tan idílico como se creó con el marco del Pabellón de la Universidad Miguel Hernández. El total de las 30 mesas desplegadas, con el colorido del suave azul que creaban las vallas, hicieron de cada mesa, una tentación que te empujaba a tomar la pala e irte hacia el rectángulo de juego.
Javi Rodilla pasa bola ante David Gadea

     Ha sido la gran acogida entre los jugadores de nuestra comunidad, apoyados por los que viniendo de fuera, incluyendo Portugal, que han hecho de este evento, un recuerdo inolvidable. Nuestro agradecimiento a todos, porque es el potencial humano de los que hacen el esfuerzo de apoyar este deporte, viniendo de lejos y aparcando sus quehaceres, los que crean un torneo de estas dimensiones. Ayer resultaba entrañable el hecho de compartir entre todos, las vivencias en las dos mesas principales de nuestros gozos: la de pinpón y la del comer. En una, nos tiramos a muerte y en la otra a compartir y comentar los lances vividos, a la vez que degustamos el placer de la comida.

Todo preparado

      Ya de muy temprano, con una temperatura fresca, vi a jugadores calentando y dando a la bola en alguna de las mesas. Eran los que habían llegado la noche antes, y ya estaban aquí en Elche. Así que se acercaron antes de lo previsto, y con su presencia, empezamos a tomar conciencia de lo que iba a venir durante el día. Poco a poco, siempre con la satisfacción del llegar, nos íbamos saludando y dando la bienvenida a cada uno. A medida que transcurría el tiempo y se acercaba la hora del comienzo, se fue llenando de los jugadores que componemos esta familia del tenis de mesa. La alegría del encuentro entre los que nos conocemos, y la curiosidad de saber quiénes son los que no conocemos, intuyendo que dentro de cualquiera de ellos está uno de estos jugadores, que te dejan con la boca abierta cuando los ves moverse y pegar a la bolita. Los saludos se repartían por todos lados, y el bullicio iba increcendo, entre los intercambios de impresiones y de las incógnitas de los grupos en los que nos ha tocado jugar. Por fin, sobre las diez, y con algún retraso de “impresora informática”, conseguimos definir y hacer pública la distribución de grupos y mesas, y sin más dilación, empezó a correr la bola por encima de la red de las 30 mesas del pabellón.  En esos momentos, la concordia y los diálogos se paran, y nuestra atención es total para ver jugar y estudiar a cada uno de nuestros adversarios de grupo. Aquel que parecía que no daría un palo al agua, resulta ser el más rápido y potente, y este otro que temías su juego, te sientes que tal vez puedas con él, a aquel que ya conoces le ves mejor que la última vez….. Todo son conjeturas, que en cuanto llegas a la mesa y comienzas el peloteo inicial de la partida, se para en seco y te dedicas a echar todo tu mejor tenis de mesa, para encontrar el modo de salir victorioso con el rival.
Alberto Muñoz

     La mañana transcurrió con el desarrollo de los grupos sobre la mesa.  Te permitías dar un paseo por aquellas que más te atraían, e ir charlando con uno y con otro los diálogos típicos de sentires vividos en las partidas.
   Con el mediodía llegó el parón de la mañana, y con él, el calor comenzó a hacer su efecto. Para luchar contra él, hay quien se fue a la piscina, y otros quedamos en la cantina del pabellón, disfrutando del aire acondicionado….. Por fin vino la paella, y con ella el bullicio volvió a sentirse: que si ponme la de verdura, que donde está mi ticket rojo de la comida, que si una o dos empanadillas, que si me das un plátano, que donde hay una basura para tirar esto..…..Mientras, se iba engullendo, poco a poco las paelleras iban quedando vacías, y los estómagos llenos. Con ellos, el cuerpo pedía descanso y buscaban donde dejarse caer, para pasar el sopor de la digestión. Hubo una hora de aletargamiento, y cuando me quise dar cuenta, volví al pabellón, y ya estaban las mesas ocupadas, calentando brazo, y preparándose para las eliminatorias.


Angel Balaguer


Ganadores y premiados

   El que tenía “mala suerte”, quedaba apeado, y otros seguían rumbo a la siguiente ronda, con la esperanza de pasarla y llegar un poco más lejos. Según transcurría el tiempo, los que quedábamos en la cuneta, nos dedicamos a ver lo que sentíamos más atrayente. Siempre comentando la admiración por tal golpe, por tal saque…..y con ello, tomando nota de los detalles que podríamos incorporar a nuestro hacer en la mesa, y así contar con más recursos.

Gisbert iniciando su saque ante Antonio Villaescusa

    Con las semifinales, el interés se centró en los jugadores que iban a ocupar los puestos de honor del cuadro. Siempre resultan partidas espectaculares. Así que Libre, Guille Martínez, Pedro López, Javi Benito, y alguno de nuestras tierras, como Arnau, Víctor y Ángel Balaguer, Sergio Sánchez, Alberto Muñoz…. fueron motivo de toda nuestra atención y disfrute. Me perdí ver jugar a Gisbert (Sr), a Higinio, a Raimon, o a los Rodilla…..y a todos los de mi club.... en fin, es imposible poder seguir a todos, y los lances de las partidas propias te hacen que todo lo demás pase desapercibido. 

Pedro, Arnau, Benito, Libre y Chechi al fondo

    Después de la final, vivimos el aliciente del jamón, que ya es un clásico en nuestros torneos. Sabemos que es difícil, pero nadie nos quita la esperanza de que nos lo podamos llevar. Con mucha expectación fuimos soportando el número de la bolita, que nunca coincidía con el nuestro….. ¡dita sea!.  Al final, la desilusión la vivimos con resignación, y con el goce de estar todos juntos pendiente del número deseado, y sacando punta a cualquier detalle, para reírnos un poco.

El feliz agraciado con el jamón... ¡ Carlos Ferrandez !
       La foto general, nos dejó inmortalizado este día, que ha sido un placer compartir con todos ustedes, y que espero que se repita en cualquier lugar de nuestra geografía.

Ganadores con sus premios en metálico



Nuestra afición por los torneos.......